viernes, 18 de marzo de 2011

Desconstrucciones Benítez SA

Hablar de Rafael Benítez Maudes, más conocido como Rafa Benítez es hacerlo, a priori, de uno de los grandes estrategas del primer decenio del siglo XXI. No en vano ganó dos Ligas Españolas con el Valencia, Una Liga de Campeones con el Liverpool como títulos más destacados. Con este palmarés, es obvio que hablaríamos de uno de los grandes. Sin embargo, los últimos 5 años han llevado a Rafa al ostracismo; ha desconstruido un legado que le había encumbrado a la altura de Bob Paisley.

Rafa dejó Valencia y dejó de ser entrenador. Cambio el Mediterráneo por la niebla de Liverpool y como decía antes, dejó de ser entrenador y pasó a ser manager. Igualó a partes iguales el trabajo con el equipo y el trabajo en los despachos y parecía haber encontrado su sitio. Se hablaba de él como el nuevo Ferguson. En su primer año mejoró la plantilla que recibía en herencia.



Y eso lo hizo con una apuesta de lo más arriesgada. Vendió a su santo y seña Michael Owen para traerse a Pellegrino (del Valencia), Xabi Alonso (de la Real Sociedad) Luis García (del Barça),  a Fernando Morientes y a Djibril Cisse por quien suspiraba media Europa. El equipo tipo era algo como Dudek, Finnan, Hypia, Carragher, Risse, Xabi Alonso, Gerrard, Luis García, Kewell, Cissé y Baros. En su primer año tocó el cielo y desde ahí, sólo podía descender.

Reina llegó para sentar al héore de la Champions League, Peter Crouch cambió la fisonomía del equipo y Sissoko llegó de Valencia para dar fuerza  al centro del campo. Pero el equipo empezó a dejar de funcionar. Pese a ganar la Copa Inglesa, la liga, ante el Chelsea de Mourinho resultó ser una quimera inalcanzable para este Liverpool.


Benítez empezó a apostar por jugadores jóvenes, sin contrastar visto la falta de fuerza económica de los reds y sus apuestas fueron, como mínimo peculiares. En 2006 se trajo a Paletta, Arbeloa (en diciembre), Kromkamp, Mark González, Pennant, Mascherano, Bellamy y Kuyt. De todas estas apuestas Mascherano y Kuyt fueron los únicos que rindieron al nivel esperado y Arbeloa también se salvaría de la quema. Demasiados proyectos que se quedaron sobre el papel, como la casa del arquitecto que no tiene a una legión de albañiles para seguir construyendo. Zenden tenía muchos minutos, mala señal.

Un año más tarde, Benítez logró dar el golpe y arrancar al niño Torres del Atlético. Fernando llevó aire fresco y muchos goles a The Kop en particular y Anfield en general; pero faltaba demasiado a ese equipo. Una nueva oleada de jóvenes promeses llegaron con Torres: Nabil El Zhar, Ryan Babel, Spearing, Lucas Leiva, Leto, Martin Skrtel. De todos ellos sólo el esloveno se ha consolidado sin críticas, mientras que Leiva ha jugado mucho más de lo que su afición querría. El equipo iba envejeciendo y con él sus opciones reales de lograr títulos frente a un rejuvenecido Manchester Utd (Cristiano Ronaldo, Nani, Anderson…) y el potencial africano del Chelsea (Drogba, Essien).

El 2008 tampoco trajo jugadores de primer nivel a Anfield y las distancias con los grandes no se recortaban. Degen, Docena o Nemeth, no elevaban el nivel de una plantilla que había perdido grandes valores en años anteriores como Peter Crouch o Sissoko, y veía com Carragher envejecía sin recambios. El Spanish Liverpool estaba muy lejos del triunfo.
Rafa afrontaba su última reválida en 2009; apostó demasiado fuerte por jugadores menores como el ya citado El Zhar o N’gog (como recambios de Torres), despobló el centro del campo con la marcha de un consolidado Xabi Alonso fichando al lesionado Aquilani, que nunca pudo jugar a su nivel.

Una comparativa algo dura:

                        Dudek                                                        Reina
Finnan  Carragher        Hypia   Risse                  Jonson Agger    Skertel Fabio

            Alonso             Gerrard                          Mascherano     Aquilani
Luis García                              Kewell           Gerrard    Benayoun         Kuyt
            Baros               Cissé                                               Torres


Los fichajes, la cruz de Benítez
Estos onces tipo reflejan, a priori, poca diferencia. Pero el detalle es Gerrard; de ser el todoterreno del centro del campo a caer en banda y más cerca del área, donde pierde mucho. Una defensa más joven y demasiado tierna frente a la veteranía de los campeones de Europa. Y sobretodo, la diferencia reside en el banquillo.

2004-2005: Smicer, Hamman, Traoré, Pellegrino, Biscan, Bruno Cheyrou o Morientes.

2009-2010: El Zhar, N’gog, Lucas, Riera, Degen, Kryakos, Carragher, Insúa…

En su afán por mejor el 11 inicial cayó en el pecado de empeorar la plantilla, de desconstruir una plantilla campeona de Europa con jugadores en su punto máximo de madurez, por otros excesivamente jóvenes y carentes de experiencia internacional. Ese fue el pecado de Benítez, sacrificar el todo por la parte, es decir, la plantilla por el 11.

1 comentario:

  1. Puede que nombre por nombre y tenindo en cuenta la edad de cada uno de los jugadores, sobre el papel pueda parecer mejor plantilla la de 2005. Pero si tenemos en cuenta que jugadores como Djimi Traoré, Steve Finnan, Jerzy Dudek o Harry Kewell fueron titulares en la Final de Estambul, donde Vladimir Smicer fue uno de los héroes, la cosa no era para tirar coetes. Sin embargo, con una plantilla mejorada en todas las líneas: Reina por Dudek, Johnson por Finnan, Mascherano por Hamman o Torres por Baros confirman tu teoría. El problema no era de plantilla, sino de entrenador.

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