lunes, 22 de octubre de 2012

Livestrong, más allá de la mentira y del mito

Quien suscribe estas líneas ha sido un acérrimo crítico de Lance Armstrong. Y en el día en que todo se desenmascara no siento nada de felicidad. No me complace una sentencia que llega tarde y mal. Porqué como dijo Óscar Pereiro, en una de las pocas cosas que coincido con él, nadie les devolverá al resto de gladiadores la satisfacción de estar en el lugar más alto del podio de les Champs-Élysées  de París. Luego, tras digerir que la UCI fuera poco inteligente y populista en su medida (no lo fue con Rijs y compañía) un twitt de  Carlota Reig (A Armstrong le han quitado sus 7 tours y le han suspendido de x vida.Yo era de las de la pulserita amarilla de LIVESTRONG. Grandes mentiras)  me provocó una tremenda reflexión. ¿Mereció la pena la estafa más grande de la historia del deporte? Para mi sí.

En las siguientes líneas no haré apología del dóping ni mucho menos, sino que intentaré dar la visión personal y partidista que va más allá de la mentira y del mito. Armstrong se convirtió, falsamente, en el mejor cicilista de todos los tiempos. Este hecho unido con una espectacular campaña de márketing "made in USA" dio como resultado el 'Livestron', algo así como "vive la vida con fuerza". La campaña recaudó varios millones largos de dólares por todo el mundo y la fundación que encabezaba Lance aportó indecentes cantidades a la lucha contra el cáncer. Una enfermedad que él superó.

Con Carlota (y ya me perdonará ella que la trate con esta familiaridad pese a solo verla por la tele y intercambiar un par de twitts) llegamos a la misma conclusión. ¿La fundación hubiera recaudado la misma cantidad de dinero sin ser Lance Armstrong su imagen? "Ni de coña". Llegados a este punto, uno piensa que  todos convergimos en que el deporte de élite hace muchos años que ha dejado de ser puramente deporte para ser un negocio constante en que los resultados deportivos suben y bajan sus protagonistas como las acciones en la bolsa. 

No apoyo el dopaje, me repugna profundamente. Pero también creo que las cosas deben prescribir algún día porqué no podemos estar reescribiendo la historia cada vez que hay un avance tecnológico. ¿Se imaginan que ahora se introduzca tecnología en el fútbol? ¿Que hacemos con 'La Mano de Dios' o el gol de Alemania a Inglaterra en la final del Mundial del 66? Además, Rudi Pevenage reconoció que el dopaje del US Postal obligó al resto de equipos a hacer lo mismo. ¿Será por eso que se declaran siete Tours desiertos? ¿Porqué no había nadie limpio? Como digo, no podemos reescribir la historia constantemente. 

Me hubiera alegrado que la UCI no hubiera aceptado el soborno y que Lance, si tenía que caer, hubiese caído en su momento. Pero poderoso caballero es don dinero y el tejano tenía mucho. Pero el ciclismo no muere. Superó la repentina retirada de Miguel Induráin, el caso Festina, la muerte de ídolos como Pantani o el 'Chava' Jiménez, que ciclistas menores ganaran Tours, el fraude de Landis, el positivo de Contador... y siempre resurge como cual ave Fénix.

Pero deberíamos preguntarnos la afición. ¿No somos nosotros que empujamos a los deportistas a doparse? Miramos las pruebas en clave de récords, de dureza, siempre queremos más. Exigimos a los atletas más allá de sus límites. Parece que Bolt si no gana con récord del mundo es menos bueno, que ganar un Tour no basta, encima hay que haciéndolo avasallando a tus rivales, que 60 partidos en una temporada no son suficientes hay que llegar a los 80...

El caso de Lance es el de un campeón (que ganó un Mundial cuando la prueba era algo más que un sprint) que quiso convertirse en el mejor de todos los tiempos. No contento con ello se vanaglorió y regreso de su retiro para demostrar que seguía siendo el Rey. Como dije en un twitt esta mañana. Que no nos engañen, la sanción a Armstrong no es por haberse dopado, es por haber sido más listo que ellos, haberse reído en la cara de todos los estamentos y no haber reconocido su culpabilidad. Bjarne Rijs sigue con el Tour del 96 y con un equipo ciclista a su cargo. 

Pese a que siempre iba con Beloki, Botero, Pantani o Ulrich para que te tumbaran, GRACIAS LANCE por todo lo que has hecho por la cura contra el cáncer. Si todo el dinero recaudado por tu fraude ha servido para ayudar a la investigación de esta lacra que tenemos la humanidad, peor que cualquier epidemia y que todos tenemos un familiar que la ha sufrido, para mi el fraude más grande de la historia del deporte ha merecido la pena.

El deporte es importante, las personas lo son mucho más. 

miércoles, 29 de agosto de 2012

Lo que la pretemporada esconde... La Supercopa lo muestra

Final del partido. No puedo negar que la rabia invade mi cuerpo. No soporto perder ni a las canicas, mucho menos que el equipo de mi vida y de mis sueños se deje escapar un título, sí un título, por errores de bulto propios, no achacables a ningún factor externo. El Madrid es justo campeón porqué, en eso al menos, nos gana siempre: Fondo de Armario.Y estamos en Agosto. 

Quiero recordar una teoría que expuse aquí mismo en abril cuando dije que los títulos se ganan en mayo pero se pierden en junio Y para mi sigue siendo verdad. El Barça ha empezado a perder los títulos de la temporada 2012/2013 en el mes de junio, en la planificación deportiva.

La defensa, para los defensas: Salir a jugar en el Bernabéu con una zaga integrada por Adriano en la derecha (un carrilero más que un lateral), Jordi Alba en la izquierda (extremo reconvertido a lateral) y Mascherano (medio centro, que a nadie se le olvide, de central) es suicida. El resultado ha sido 2-0 en veinte minutos. El jefecito es, tal vez, uno de los tres mejores medio centros del mundo, sin embargo es un central normal y corriente. La anticipación a la que acostumbra en la medular, es suicida detrás puesto que no tienes el paracaídas de los centrales y hoy le ha pasado, con metros a su espalda. Jugar con dos laterales tan ofensivos y que tienden a subir a la vez provoca que los centrocampistas no den abasto a las coberturas y, cuando roban el balón, no estén en el medio para provocar la superioridad. Con Puyol más renqueante que en forma, el Barça no puede salir a jugarse la Liga, la Champions y la Copa con Piqué-Mascherano, con el único recambio de Bartra, un jugador sin experiencia más allá de segunda. Y menos con laterales tan ofensivos como Alba y Alves. El equipo ha mejorado, mucho, con la entrada de un defensa de verdad, Martín Montoya. Partidos grandes, al menos un lateral debe saber defender.

El drama del ataque: La temporada pasada y ya antes de Navidad se vislumbró que el Barça iba cojo en la zona ofensiva. Alexis sigue sin adaptarse al estilo Barça y de momento está más empeñado en peleas y lipotimias que en coger los conceptos tácticos que Pedro le muestra, de su manual, cada partido. Villa sigue sin estar a tope, Cuenca está lesionado y Afellay en la puerta de salida. Darse la vuelta y ver tan solo a Cristián Tello en el banquillo es para echarse a temblar. Un jugador rápido y revulsivo, pero sin apenas recursos para partidos grandes. Un buen jugador, al estilo Jeffren que el Barça ya vendió. El club sigue necesitando aquel plan B que adoleció la temporada pasada. Hay quien, nostálgicamente lo llama tener un Larsson. Yo lo llamo tener alguien que cambie el estilo. En la primera época de Guardiola, era Pedro el encargado de hacer eso, siendo la antítesis de Eto'o y Henry. Pasamos a Bojan, que fue quien cambió el perfil de Ibrahimovic (y de no ser por el gol legal que le anularon contra el Inter, seguro estaría en el Barça). La llegada de Villa en junio vino acompañada de la de Afellay en navidad, detectando ese perfil distinto que necesitaba el equipo. Pero ahora, falta el jugador capaz de salir al campo en el minuto 80 y cargarse el equipo a la espalda para hacer algo distinto. Ese hombre no es Cristian Tello.

¿Caso Cesc? Es alucinante que periodistas de renombre se estén preguntando porqué Cesc no juga. De falso nueve está jugando un tal Leo Messi, nada más y nada menos que el mejor jugador que los ojos de quien escribe haya visto (junto con Ronaldinho). Y en los interiores, su puesto natural, se encuentran los dos mejores elementos asociativos que el mundo del fútbol ha visto sobre un terreno de juego. ¿Lo ponemos de central? Como con la Roja, Cesc eligió cohabitar con Xavi e Iniesta y ahí tiene que esperar su turno. Ponerlo en calzador, como el curso pasado, dio malos resultados. La temporada es larga y tendrá minutos, mucho, puesto que Xavi tiene que dosificarse. Pero sinténdolo mucho, porqué es un jugador que me gusta, Cesc Fábregas no puede ser titular en este Barça.

Quedan dos días de mercado y el club dará salida a Fontàs, Jonathan Dos Santos e Ibrahim Afellay. Dudo que traigan a ningún otro jugador. En un año post Eurocopa y con Copa África de por medio (Song calculo que se irá un mes y medio) una plantilla corta es poco menos que un suicidio. Ojalá me equivoque...

jueves, 19 de julio de 2012

Ciclismo de segundones

Hubo una época que en la carretera se competía para ser el mejor. El más fuerte. El que nadie podía seguir sobre el asfalto. Sin embargo, de un tiempo a esta parte parece ser que esto ha cambiado. Ya de un tiempo a esta parte, y tras la entrada de los pinganillos, los ciclistas compiten con el freno de mano puesto, más pendientes de lo que les marcan desde los coches que no de lo que sienten sus piernas.

Es un tiempo de corsés, no apto para aquellos hombres que nos emocionaron. Jiménez, Pantani, Delgado y compañía morirían en la opresión de las órdenes de radio, en las directrices de los pulsómetros y no en su instinto. Es, si me permiten la comparación, como si a un delantero centro quisieran controlarle su instinto goleador. 

Pero lo de hoy, en el Tour de Francia, ha rozado la vergüenza ajena. Sabido era de todos que Bradley Wiggins, un hombre que en circunstancias normales nunca ganaría un Tour de Francia, no era el hombre más fuerte de la carrera. Tal vez si el más mediático o el más caballero pero no el mejor, que es lo que debería contar al fin y al cabo. 

En un arrebato de demostrar lo que no es, el maillot amarillo se ha puesto al frente del grupo hasta descolgar a sus rivales, o a muchos de ellos. Sin embargo y como también era sabido, su enemigo estaba en casa. Chris Froome ha aceptado la invitación de su jefe de filas y le ha dado un relevo que, una vez más y ya van varias, ha demostrado que el keniata tenía mejores piernas que el hombre nacido en Gante. Dos veces que se hayan visto y seguro que muchas más que no sabemos, los dos hombres que compiten bajo bandera británica han demostrado quien debería mandar. 

Froome, al que se acusa de desleal, ya perdió la Vuelta a España 2011 por esperar a su jefe de filas. Ahora ha perdido el Tour de Francia por exactamente lo mismo. ¿Es esto justo? ¿Respeta eso la norma más sagrada de un deporte como el ciclismo en que el más fuerte debe ganar? Yo lo tengo bastante claro, no.

Las carreras hay que ganarlas en la carretera y porqué eres el mejor. Es de buen líder apartarte cuando sabes que tu compañero es más fuerte. Si puedes, le sigues y le demuestras quien manda. Si no, te apartas, celebras la segunda plaza y admites que has sido superado. Sinceramente, no me gustaría nada ganar como Wiggins, sabiendo que no soy el mejor. 

Cadel Evans, ahora ya defenestrado, tuvo que pasar muchos años de segundón hasta que fue el más fuerte y llegó el día que el perdedor aprendió a ganar . Wiggins, fan de Indurain e hijo del control desde los coches, debe aprender que solo deberías ganar si eres el más fuerte y él no lo es. Este Tour ha sido aburrido y una auténtica farsa y para mi, a nivel de espectáculo, el peor Tout de Francia que he visto en mi vida. 

domingo, 29 de abril de 2012

Cambiarlo todo para que no cambie nada

Finalmente se confirmó, la noticia que ningún aficionado al fútbol quería escuchar. Pep Guardiola cuelga la carpeta, temporalmente, porqué está agotado. Esa declaración, que por si sola sería ya noticia, corría el riesgo de dejar una incógnita aún más grande: La sucesión. En todos los sitios a la pérdida de un entrenador tan carismático e importante como Guardiola le acaba siguiendo un periodo complicado. Las odiosas comparaciones que recibiría su sucesor acabarían convirtiéndose en un fantasma capaz de hacer enloquecer al más cuerdo de los técnicos. 

El Barça quiso atajar ese problema de raíz e hizo bueno aquel dicho tan antiguo de "A rey muerto, rey puesto" y pocos minutos después de despedir a Guardiola dio un golpe de efecto y entregó el cetro de mando a su segundo, Tito Vilanova. La argumentación fue fácil... El segundo de Pep es quien mejor conoce el proyecto y quien más puede hacer para seguir la línea marcada por el 4 en el último lustro.

La primera frase que me vino a la cabeza fue... Cambian todo para que todo siga igual. Y me explico. Si existe una antítesis a Pep Guardiola ese es su mano derecha. Francesc Vilanova Bayo contrasta con su primero en muchas cosas. Para empezar, el vestir. Tito usa el chándal y Pep el traje. Es muy posible que acabe utilizando los trajes siendo el primer entrenador, pero ya es una diferencia que marca el perfil de ambos.

Tito, el hombre en la sombra, ha jugado toda su vida en categorías menores. Hijo de la eterna factoría de medio centro de la Masia, Vilanova no es un técnico superdotado como Pep. Ocupaban posiciones parecidas pero lo hacían de maneras bastante diferentes. Delante de la prensa, nadie habla con Guardiola y las intervenciones de Tito (cuando Pep estuvo de baja por la hernia discal) solían ser prácticas, pragmáticas sin demasiadas estridencias. 

Sin embargo eso no quiere decir que el nuevo entrenador del Barça no sea un hombre de carácter. Lo demostró tras el lastimoso incidente con Mourinho. Tras recibir ese simulacro de agresión del portugués, Vilanova reaccionó soltando una colleja al que ahora será su homólogo madridista. Aquí también se diferencia de Pep. Nadie se imagina a Guardiola reaccionando así, ni habiendo sido agredido. 

Para ir cerrando, el vestuario del Barça ha demostrado estar algo viciado y necesitar una pequeña remodelación. Guardiola ya afrontó una de muy dura (sacar a Ronaldinho, Deco, Eto'o e Ibrahimovich no es tarea fácil), y quizá para los cambios que tienen que llevar al equipo a seguir en la cresta de la ola no estaba preparado. Vilanova, siempre en el segundo plano, conoce los vicios de un vestuario que ha observado desde la trastienda y que debe demostrar poder manejar desde ya. 

Cambiar las piezas necesarias para que todo siga igual. Un nuevo liderazgo para seguir ganando.

O como reza el título de este artículo "Cambiarlo todo para que no cambie nada".

martes, 24 de abril de 2012

Los títulos se ganan en mayo, se pierden en junio

Fin del partido, empate a 2. Por primera vez en la era Guardiola se acumulan tres derrotas consecutivas y será la primera temporada en la que el Barça de Pep no levanta como mínimo una de las dos competiciones grandes. Hay que ser sinceros y los tres títulos que lleva más luchar para ganar la Copa del Rey es un premio menor, como antaño dijimos cuando lo hizo el Madrid. Sin embargo, todas las claves del fracaso de esta temporada no hay que buscarlos en los motivos puramente futbolísticos. Pero primero hablemos de fútbol:

Las Claves de Mayo:

- La teoría del embudo: Guardiola es el mejor entrenador del mundo, de eso no tengo ninguna duda y para justificarlo solo hay que leer el post anterior a este. Dicho esto, hoy volvió a fallar en los cambios. La decisión de quitar a un Cuenca que estaba siendo el mejor del partido por Tello fue un error. Cristian no tiene desborde en parado y ante la defensa del Chelsea no había espacios. El equipo empezó a desangrarse a partir de ese cambio. Además, le puso a pierna cambiada y Tello no tiene los recursos para jugar así. Las piernas no valen para jugar en el Barça, hace falta algo más. 

- Alves y los espacios: Dani Alves pasa de ser el mejor lateral derecho del mundo a ser uno de los extremos más limitados del planeta. Hace tres días hizo internacional a Fabio Coentrao, que estaba jugando una temporada pésima. La fuerza de Dani Alves llega de la sorpresa, del llegar antes que estar. En parado, como Tello, carece de recursos en el desborde y en el centro. El embudo lo cerraron entre Alves y Tello, los mismos causantes de idéntica circunstancia ante el Real Madrid.

- Los defensas son para algo: Javier Mascherano es uno de los mejores jugadores en su puesto. Un lince a la hora de tirarse al suelo a recuperar balones, un maestro en el corte del balón. Sin embargo y en contra de lo que se vende es un central limitado en la defensa con tantos espacios. Hoy, una salida suya en el achique de espacios, sin la presión al hombre del balón, generó que Lampard tuviera todo el tiempo del mundo para asistir a Ramires, que entraba en carrera. Cuando el central sale a la presión del medio centro hay que cortar el balón o hacer falta, no flotar a la espera de la ayuda. Ramos, Puyol, Piqué y compañía dominan ese arte, Javier Mascherano no, por eso no es un central.

- Messi llega fundido. Leo es el mejor del mundo y como tal hay que mimarlo tanto como se pueda. Dicho esto hay que poner límites al campo. Si eres malo tirando penaltis (ha fallado 3 de 13) no pasa nada, hay que ceder el puesto de pateador a otro. Eso no es esconderse, al contrario, es el ejercicio más grande de humildad. Reconocer que algo no lo sabes hacer y dejarlo a un compañero que lo haga mejor. Algo así hizo Keita antes de la final de Roma, al pedir a Guardiola que no le situara de lateral zurdo porqué no daría la talla necesaria para el equipo.

Sin embargo, todo lo expuesto hasta aquí son datos conyunturales, decisiones puntuales o reacciones que pueden modificarse. Pero, para mi, las auténticas causas de la caída en este final de temporada hay que buscarlas más allá, en el pasado mes de junio\julio.

Las Claves del Verano

- Una plantilla descompensada: El Barça no tiene una plantilla como para ser campeón de Europa. Contaba con solo dos auténticos centrales de nivel (Piqué-Puyol). Fontàs nunca ha contado realmente y Abidal era un recurso que dejaba huérfano el lateral izquierdo. La solución de Mascherano ha lastrado toda la temporada las rotaciones eventuales en el centro del campo pues, junto con Busquets, es el único jugador de corte defensivo de un centro del campo excelso en tocadores. La venta de Maxwell, que tampoco era nivel Barça, no hizo sino lastrar una defensa ya muy mermada que quedó tocada de muerte ante la baja de Abidal. Dos centrales y tres laterales izquierdos con un único lateral derecho es un planteamiento, para afrontar una temporada con 6 competiciones, pésimo.

- Delanteros para que os quiero: Un equipo que juega con tres atacantes debería contar, como mínimo con seis. El Barça empezó la temporada con cuatro y medio, contando que Afellay no llegó como delantero puro. Las lesiones continuas de Pedro, Villa y Alexis obligaron a tirar antes de la cuenta de Cuenca primero y Tello después. Sin embargo fue una falta de reacción de la secretaria técnica no traer un nuevo jugador para dar aire al equipo y, teniendo en cuenta, que Messi pese a ser un superhombre necesita descansar. Tal vez un recambio de auténtico nivel hubiera permitido descansar a Leo, no precipitar las reapariciones de Alexis y Pedro con constantes recaídas que han impedido que lleguen a tener continuidad.

- El plan B: El Barça de Guardiola nace jugando con tres delanteros puros. Eto'o, Henry y Messi, con las apariciones estelares de Pedro. Ahora mismo, el equipo cuenta con Messi, Alexis y Villa, que parten como titulares pero no hay que esconder que estos jugadores no ofrecen un plan B. Henry recibía al espacio y al pie, tenia cuerpo para aguantar el balón si se requería además de ser un seguro en los penaltis cuando tiró alguno. Eto'o es de sobra conocido.

- Las pretemporadas: No hay duda de la importancia de llenar el deposito antes de una temporada muy dura. No hay que olvidar que la otra vez que el Barça optó a las 6 copas en la misma temporada cayó en enero en Copa del Rey ante el Sevilla y dobló la rodilla en semi finales ante el Inter. Levantó la liga con una puntuación récord. Esta temporada, salvando la diferencia de la importancia entre la Copa, que puede ganarse y la Liga, el conjunto ha jugado más partidos que nunca. Pero los jugadores están fundidos. Los errores en la definición son fruto de no llegar frescos a la zona de definición. De la misma forma, la falta de fuerza obliga que la presión se resienta. 

La planificación de la temporada acaba siendo un hecho capital en el asalto a la historia. Esta vez, el equipo no daba para ser eterno. Hace falta más y mejores jugadores. La cantera es un orgullo para cualquier culé pero hay que tener claro que todo lo que sale de la cantera merece tener nivel del primer equipo.

Ahora toca cruzar los dedos y que Pep renueve. Tener al mejor entrenador y al mejor jugador del mundo bien merece seguir soñando.

lunes, 23 de abril de 2012

Ser entrenador es mucho más que entrenar

En las guerras, los generales eran los encargados de librarlas por orden de sus presidentes, reyes o gobernantes. Trasladado al deporte esa figura la ejemplifica el entrenador. Aquella persona que dirige a sus tropas con el fin de lograr victorias de prestigio que acaben honrando la historia de su club. 

Todo el mundo concurre que para ganar una guerra se necesita mucho más que tener al mejor estratega o al mejor de los soldados. Hace falta algo más, el punto emocional capaz de dar la vuelta a la situación más surrealista y girarla en beneficio propio. Eso es lo que hacía diferentes a los generales clásicos y es lo que ahora mismo sucede con los buenos y malos entrenadores.

La globalidad a la que ahora se sumerge el fútbol, con ruedas de prensa constantes, cámaras en todas partes e incluso lectores de labios, nos lleva a determinar que al final, lo que sucede en el campo, pese a ser lo más importante del juego y lo más decisivo viene altamente condicionado por todo aquello que, Johan Cruyff, denominó el entorno. 

La rueda de prensa de Guardiola, previa a la semifinal de Champions League del año pasado fue un ejemplo de ello. Las palabras del entrenador sirvieron para dar la vuelta a la confianza de un equipo que podía empezar a dudar. Este año sucede algo parecido. Una nueva rueda de prensa pretende levantar el ánimo de las tropas tras la primera derrota seria en el último año. 

Sin embargo, la tarea emocional no acaba solo en el proceso de levantar a la tropas. Va más allá. En la derrota, es imprescindible hacer autocrítica y reconocer cuando te han superado. Este gesto de auténtica humildad sirve para que los jugadores se unan más a quien siempre les defiende a capa y espada. El feedback que produce entre técnico y el resto del equipo el saber perder es, inlcuso, superior al de los triunfos.

Estos detalles son los que acaban llevándome a la conclusión que ser entrenador es mucho más que entrenar. La tarea del míster no acaba cuando el utillero recoge los balones del campo de entrenamiento, va más allá del reparto de petos entre titulares y suplentes, sobrepasa el poner once nombres en liza y no concluye en las declaraciones post partido. El gran entrenador, como el gran general, ejemplifica los valores que quiere transmitir a su equipo con su actitud, convirtiéndose en el reflejo del espejo que quiere ver en sus jugadores. Porqué en la sociedad global en la que vivimos, los partidos de fútbol empiezan a ganarse mucho antes de que el balón empiece a rodar.

Guardiola, pese a los errores que pueda cometer en alguna de las facetas, sigue siendo el mejor entre los mejores. Domina el tempo, los registros y ejemplifica lo que quiere que sea su equipo. Una derrota no acaba con el trabajo de cuatro años, al contrario, le humaniza y da muestra de lo que realmente es su equipo, gane o pierda. Mañana veremos como el equipo ha digerido la impecable gestión de la derrota ante el Madrid, pues la oportunidad de levantar cinco copas en un mismo curso bien merecen una reacción de campeón.

sábado, 17 de marzo de 2012

Los Lord Byon del fútbol: capítulo 2 Guti, El tacón de Dios

El nombre de José María Gutiérrez Hernández podría responder a cualquier español de a pie. Sin embargo, bajo la normalidad de un nombre y unos apellidos convencionales, se esconde uno de los talentos (tal vez el más grande) de la historia del fútbol nacional. Y hablo de talento, no de jugador, pues esa palabra engloba una serie de conceptos de los que siempre estuvo mancado Guti. Irresponsable y genial, místico y loco... todas las acciones que hacía en el campo, para bien o para mal, le convertían en un futbolista diferente.

Cuando debutó en el primer equipo, copiaba el look del que decían que era su ídolo, Fernando Redondo. Pero el zurdo siempre se mostró muy distinto a lo que hacía quien se quería parecer. Formó parte de uno de los tríos que más gloria tenían que dar al madridismo, pues su hornada era compartida por Raúl González y Álvaro Benito; el primero eterna leyenda del fútbol mundial, mientras que el segundo las lesiones nos privaron del talento de quien se decía que era la pata más brillante del trípode.

Hay quien dice que su talento explotaba jugando como interior zurdo, otros que su lugar ideal era el de enganche, el 10 al uso creado en Argentina, sin embargo los mejores minutos de fútbol los tuvo con Vicente del Bosque actuando en una posición que ahora está muy de moda, la de falso 9. Tras el cese de Toshack y la llegada de Don Vicente llegaron los dos mejores cursos de Guti vestido de blanco. En especial la 2000/01 en la que el de Torrejón de Ardoz firmó 14 goles en 32 partidos. Unos registros espectaculares para un jugador que no es un delantero al uso.

Pero, si alguien recordará de por vida de Guti es el taconazo en Riazor. El ya conocido como el Tacón de Dios. Sin girar la vista, con una conducción a cual cisne flotando sobre un lago, el jugador cedió el balón con un taconazo a Benzema que marcó. Si la jugada hubiera o no acabado en gol es lo de menos, para los fans del balompié la jugada que hizo el eterno joven lo merece todo.

Genial en el campo y díscolo fuera de él, cada vez que hablaba no dejaba a nadie indiferente. Así fue cuando anunció su partida del Madrid. Todo apuntaba a que sería titular en el Camp Nou, en uno de los derbis más igualados que se preveían y con media liga en juego. En esa situación, él anunció que quería dejar el Real Madrid y no cumplir los dos años de contrato que le quedaban. Se quedó fuera de la convocatoria y sus últimos meses de blanco no responden a la trayectoria, entre díscola y genial, que tuvo José María en el club de su vida. Del año en Turquía ya no hablamos.

Igual que hice con Valdivia... ¿Hubiera sido tan genial Guti de haber tenido otro carácter?

jueves, 9 de febrero de 2012

A palabras necias...

Parece ser que al mundo del deporte español solo le interesa lo que hacen unos muñecos franceses. Si, los mismos que aquí ridiculizan políticos y si no me falla la memoria, los mismos que disfrazan a Van Gaal con una cara llena de ladrillos. Pero... se ha dado con el orgullo nacional, tal vez el único en semanas y meses que los corruptos quedan en libertad y los jueces valientes son inhabilitados; eso son otros temas.

No se si Canal + Francia quería ofender o simplemente ha sido una política empresarial; sea cual fuere el objetivo, realmente han logrado ambos. Las webs de dicho canal y los podcast de los vídeos nunca habían tenido la audiencia que tienen ahora (hay quien asegura que son más vistos ya en España que en Francia) y las descargas van en aumento. Una prensa nacional y deportiva hablando a diario de dicho canal, los franceses reconfortados pues, que a nadie se le escape, en el mundo existe la sospecha sobre el deporte español. La misma sospecha que han tenido siempre los grandes campeones, pues Lance Armstrong, incluso después de muerto, será puesto en tela de juicio. Desde luego que, con tal premisa, seguro que el precio por anunciante y la cantidad de patrocinadores de Canal + Francia ha subido como la espuma.

Y yo me pregunto ¿Van a cesar los vídeos? Si tuviera que apostar, diría que no, La televisión ha encontrado un filón y la prensa española, lamentablemente ha picado. De la misma manera que se pide a las televisiones que no enfoquen a los strikers de los campos de fútbol, (ya saben Jimmy Jumpp y compañía), no deberían dar publicidad gratuita a quienes intentan humillar sin pruebas, porqué lo rezaba un twit que no recuerdo quien lo firmaba "No ofende quien quiere, si no quien puede" y creo yo que Francia (si el país del Caso Festina, Richard Virenque, el pase de gol con la mano de Henry, el escándalo del Olympique de Marsella en los 90...) no es el país más indicado par dar lecciones morales.

Además, lo que si es preocupante es que don Alejandro Blanco, la Secretaría de Estado para el Deporte, José Luís Sáez, el propio Real Madrid e incluso el mismo COI (Nadal y Gasol son dos deportistas utilizados como ejemplo) no hayan lanzado a sus legiones de abogados para denunciar. Este silencio institucional es mucho más preocupante... Porqué mucho ruido y pocas nueces, escandalizados por solo demanda la Federación de Tenis... y eso si es imperdonable, pues el daño se repara en los juzgados y con rectificaciones públicas y no de otra manera.

Ya lo decía mi abuela... que a palabras necias, oídos sordos.

martes, 7 de febrero de 2012

El ciclismo no muere

Día uno tras la sentencia del TAS sobre Alberto Contador; dos años de sanción con efecto retroactivo, a contar  a partir del cinco de agosto del 2.010. Sin duda un misil a la línea de flotación de la credibilidad ciclista, uno más. Ahora, ya poco importa si el pico gramo fue en vena, en carne, en suplemento alimenticio o por el aire que respira. El daño, una vez más, ya está hecho. La vergüenza de las filtraciones, lo que ha durado el proceso, las informaciones vertidas y la resolución en si son un claro ejemplo de lo que no debe ser la comunicación.

Sin embargo, el ciclismo no muere. Y no lo hace por algo que dijo Contador hoy en su rueda de prensa. La carretera es la que hace grandes a los mitos. Yo cierro los ojos y aún veo aquella etapa de montaña del Tour de Francia de 1.995 (creo). Era 14 de julio, fiesta nacional francesa y Laurent Jalabert puso en jaque a Miguel Induráin. Un ataque entre la niebla en una jornada llena de puertos, una emboscada perfecta de la ONCE al Banesto, Manolo Sáiz ganándole la batalla a Unzue... Y Miguel Induráin ejerciendo de campeón, restando segundos a cada golpe de pedal para mantener un amarillo de digno campeón.

Tampoco me olvido del Tour 96, en que Induráin se hundió ante un dópado Rijs (que solo ha tenido el valor de confesarlo cuando el delito ha prescrito). Miguel hizo su última gran contrarreloj en llegada a los Campos Eliseos y todos vimos a su heredero, un tal Jan Ulrich. El alemán, que en un arrebato de furia germánica, con un equipo que no le podía ayudar, el Bianchi, puso en jaque al tourman más grande de todos los tiempos, Lance Armostrong. El americano si, el del molinillo, que trituraba a todos sus rivales a base de ritmos asfixiantes. ¿A todos? que dirían Asterix y Obelix. ¡No! Había un pequeño vasco, sin revuelo mediático, semi desconocido que hizo vibrar a todo el mundo: Joseba Beloki. Sonreímos con sus ataques el año que Armstrong más cerca estuvo de ceder y lloramos con aquella caída, que ya no le dejó volver a ser lo que era; un golpe, el del vasco, y una escapada, la del americano, que nos volvieron a recordar que era aquello de la suerte del campeón.Lance cruzó un campo seco de hierba y pinchos sin reventar la rueda, esquivó préviamente la caída de Joseba, saltó una cuneta y volvió a la carretera como si nada.

Además, también en los 90, los Mundiales los competían los mejores. Por eso Miguel Induráin, en el que se disputó en Colombia estaba perfectamente marcado por un tal Marco Pantani, entre otros. El marcaje de los cracks lo aprovechó Abraham Olano para atacar y hacer un último kilómetro hacia la gloria...¡Con la rueda pinchada! Pantani, que nos hizo vibrar a todos los amantes del espectáculo, con sus demarrajes de pirata, quitándose el pañuelo de la cabeza, mostrando cual calva reluciente brillando bajo el Sol de la Toscana, de los Alpes o los Apeninos; en las Dolomitas o el Galibier... Entre el cielo y el suelo...

No me olvido de José María Jiménez y sus ataques de escalador puro... Aquellos saltos que nadie podía seguir... Aquel ciclista que marcaba las etapas históricas y que demostró ser el mejor cuesta arriba en el estreno del infierno asturiano llamado Angliru. Carlos Sastre, cuñado del fallecido Jiménez, que ganó su Tour demostrando que el ciclismo es apto para valientes, algo que también aprendió Cadel Evans para hacerse con su primer entorchado en París. O Michael Rasmussen que demostró ser el más fuerte en el 2.007 y que, una discutible sanción (en forma y defecto) le privó de alzarse con un Tour de Francia que se había ganado en el asfalto... Un Tour que levantó el nuevo mito del ciclismo, un tal Alberto Contador, con quien abría estas páginas.

Me recriminarán que tal vez alguno de estos campeones dio positivo; 

No es menos cierto que si en todos los deportes se controlara el dóping como en el ciclismo no habría juegos olímpicos. Que ningún deporte lleva el cuerpo al extremo de los ciclistas, compitiendo en horas de calor asfixiante... Y en ningún deporte hemos perdido por suicidio a tantos campeones, ciclistas en mayúsculas que no supimos cuidar. Los Pantani, Vandenbrouk o Jiménez nos dejaron, pero su legado sigue en el asfalto; un alquitranado que seguirá viendo pasar campeones con el deseo de emular a aquellos que, en cerrar los ojos, recordamos sufriendo hasta la extenuación para demostrar ser los mejores al final de la carretera.

Equivocarse es humano; rectificar y perdonar es de personas.

#elciclismonomuere