sábado, 24 de septiembre de 2011

La (s) pelota (s) de Guardiola

En el mundo, resumiendo y generalizando, existen dos tipos de personas. Las que dejan que las adversidades y las críticas les ayuden a marcar el camino (y muchas veces aciertan pues cuando mucha gente ve las cosas de una manera, generalmente suelen ser así) y  las que se empeñan en demostrar al resto del mundo que están equivocados. Josep Guardiola i Sala se enmarca en este segundo grupo de personas y hoy lo volvió a demostrar.

Pep tiene muy claro como quiere que defienda su equipo y no es de otra manera que teniendo el balón. Para él, mediocentro de toque, el fútbol solo se entiende desde la posesión y conservación del esférico; desde la maduración a base de control y la búsqueda de espacios donde solo hay agujeros. Ese es el fútbol de Guardiola. Esta noche, cuando su equipo se enfrentaba a un Atlético de Madrid en racha con, posiblemente, el mejor rematador que habita en el Viejo Continente, el Señor de las Pelotas alineó una defensa de 3 zagueros; de los 3 uno era un carrilero ofensivo (Alves), el líbero (por así llamarlo) un pivote defensivo que no llega al metro 80 y que no destaca por su remate de cabeza mientras que sí, el tercero de ellos es un defensa puro.

Pero, ¿donde estaba el secreto de esta defensa? En el centro del campo. Un diamante de toque que no dejó que hubiera un solo centro para que Radamel Falcao pudiera rematar. Guardiola eligió defender los centros con el balón alejado de la portería; no en vano, en una falta lateral a 40 metros del área sacó su línea defensiva 10 metros por delante de la frontal del área, algo que yo nunca había visto. Sabiéndose inferior en el remate, apostó por alejar a los rematadores en lugar de intentar defenderlos en su terreno. Otro chapeau para el maestro Pep. Pero todo esto sería imposible si un pequeño y selecto grupo de jugadores no se infiltraran en las líneas enemigas de retaguardia para destrozar con goles (función clásica del delantero) pero encima de todo para evitar que los zagueros puedan sacar el balón cómodamente. Messi, Villa y en especial Pedro Rodríguez demostraron que significa la solidaridad defensiva en un equipo, siendo los primeros en correr como auténticos posesos a la presión de defensas en la zona que fuera para evitar su comodidad.

Y acabando, las pelotas de Guardiola, amén de en todo eso, se reflejan en que hace lo contrario a lo que todo el mundo haría. Le criticaron la defensa de 3 en Mestalla y hoy parecía una utopía volverla a ver; la sacó de nuevo y más ofensiva si cabe. Parecía que el problema sería juntar a Thiago y a Cesc; ambos jugadores han cohabitado en el 11 inicial cuatro veces en cinco jornadas de Liga. Creó un jugador total donde el resto del mundo solo veía un extremo con desequilibrio y Messi se lo agradece cada partido con un nuevo recital.

Todo el mundo sabe de fútbol, pero muy pocos entienden realmente. Uno de esos privilegiados es el Señor de las Pelotas, Pep Guardiola.

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