Estos largos días tumbado en el sofá, recuperando la movilidad de la rodilla, me han servido para recordar alguna de las frases deportivas que más impacto me han causado. Una de ellas la pronunció José Vicente "Pepu" Hernández, en uno de los últimos partidos del entonces DKV Joventut en la fase regular de la ACB: "Chicos, tenemos que disfrutar defendiendo este balón". La verdad que la frase en si causa impacto la primera vez que la escuchas; dos conceptos que nunca irían en la misma relación de palabras como defensa y placer... Pero parándote a pensar, ¿es eso posible? La respuesta es sí.
Por reiteración en mis textos, no empezaré hablando del Barcelona (ni acabaré), si no que lo haré de la selección Italiana. El nuevo entrenador, Cesare Prandelli, ha cambiado el histórico concepto de defensa cerrojo a la italiana, el catenaccio (aunque lo inventaran los suizos), por una política hedonista de la defensa. Prandelli dota de arquitectos los puestos que antiguamente estaban reservados a los mejores peones. En donde actuaban los Gatusso, Ambrosini, Perrota y compañía hoy se mueven Aquilani, Montolivo, Marchissio o el propio Tiago Motta (que aún siendo perro de presa tiene mucho más de super clase que los otros). El metrónomo de turno (Albertini, Pirlo...) ya tiene la orquesta a su lado para marcar el ritmo. Italia quiere el balón y se defiende con él y no lo regala para después recuperarlo y volverlo a perder.
Este cambio de mentalidad ya lo hizo otro país históricamente basado en el físico como Alemania. Jurgen Klinsman logró no perder competitividad e implantar la idea de ser pelotero y ser competitivo a la vez. El ex delantero puso la mecha y su número dos, un desconocido Joachim Low hizo el resto convirtiendo el histórico panzer teutón en algo más parecido a una ópera de Wagner. Otro equipo que logró comprender el concepto de disfrutar en la defensa, pues cuando se defienden juegan a mantener el balón.
En el fútbol actual, los grandes y más admirados del momento han logrado convertir el pasatiempo en arma. Han convertido el rondo en un modus viviendi. La importancia de tener el balón es como el aire que respiran y en definitiva, estos grandes equipos destinados a marcar una época (Alemania desde esta nueva política no ha ganado un Mundial y una Eurocopa porqué se ha topado con España, la reina de este nuevo mundo) han aprendido que si disfrutas cuando no atacas "La vida puede ser maravillosa".
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