sábado, 7 de marzo de 2015

¿El futuro del fútbol?

Aunque ahora pueda parecer utópico, o ya no tanto, el futuro del fútbol profesional pasa por los Estados Unidos. Sí, el país del Basket, del Football, del Hockey sobre hielo o del Beisbol, también puede convertirse en país del Soccer. Son muchos los factores que llevan a pensar que ese futuro puede estar más próximo de lo que se creía.

UNA LIGA PROFESIONAL

Se habla mucho del profesionalismo, pero los deportes europeos beben en exceso de su origen amateur. Los ascensos y descensos y las distintas fluctuaciones económicas que eso produce, a la larga, no podrán competir con campeonatos cerrados con presupuestos muy poco variables. En ese sentido la MLS sigue la misma fórmula que ya funciona en todas las grandes ligas americanas que, en sus homólogas en el resto del mundo, rara vez encuentran rival. Y los que haya, acaban siendo de un formato parecido.

La figura del comisionado único, una capacidad comunicativa y de márketing espectaculares, y los sueldos cada vez más atractivo elevan, año tras año el nivel de una competición que ya podría estar entre el top ten de ligas balompédicas. Si miramos en las gradas, la liga americana ya se sitúa en el puesto 9 con mayor promedio de asistencia. La superan Inglaterra, España, Alemania, Italia, México, Francia, Argentina y Holanda, esta última por apenas unos 500 espectadores. La llegada para el nuevo curso de jugadores como Giovinco o las nuevas franquicias de New York City con David Villa y Frank Lampard, o de Orlando City con Kaka a la cabeza de bien seguro que elevan esa cifra. Hoy, en Carsson los Galaxy y el Fire inauguraron el campeonato ante 27.000 espectadores.

ATRACTIVA

El nuevo convenio colectivo firmado recientemente convierte a la Liga en más atractiva. Además, el comisionado ha demostrado en varias ocasiones una gran flexibilidad y adaptación en hechos que pueden hacer crecer la competición. El cambio de normas motivado por la llegada de Clint Dempsey el pasado curso es el último ejemplo. Es decir, la liga debe crecer y se hará lo que sea necesario para ello. Un mensaje muy claro.

Esa situación provocó grandes regresos como el del propio Dempsey, Michael Bradley o Marco Pappa. Además, un reciente informe destacaba la gran presencia de jugadores argentinos que cada vez optan más por dar el salto a la MLS que quedarse en el campeonato doméstico. Por otro lado la llegada de Giovinco, Villa, Lampard, Gerrard o Kaka, unida al regreso de Brek Shea, Jozy Altidore  o Roger Espinoza elevan el nivel de la liga. No hay que olvidar que, cada vez más,  jugadores europeos optan por el cambio de lado del charco. Raul Rodríguez, ex Espanyol se enroló en el Dynamo, y recordamos que Adrián López, ex del Depor, está en el Impact que acaba de hacer historia. El italiano Marco Donadel, también en el Impact o el suizo Emeghara, que jugó muy bien la pasada temporada en el calcio,  son otros ejemplos.


A los equipos de USA solo les falta un punto más para asaltar la ConcaChampions. Cuando superen a los mejicanos, se abrirá un nuevo horizonte en el fútbol, del que Europa haría bien en tomar nota.

lunes, 23 de febrero de 2015

La plasticidad hecha portero

Un tuit del FC Porto de esta tarde nos recuerda que tal día como hoy, de hace diez años. Vitor Manuel Martins Baia, popularmente conocido como Vitor Baia, jugaba su partido número 100 en competición UEFA. Un encuentro que acabó con empate a uno contra el Inter de Milán.Un dato que no debería pasar por alto, pues la magnitud del arquero es más grande de lo que se ha contado.

Ese tuit me sirve a mi para recuperar la historia del portero más plástico que, los ojos de quien suscribe este texto, ha visto jamás. Demasiadas veces se le recuerda como el portero de los mil millones que no triunfó en el Barça, y muy pocas como lo que era en ese momento: el portero mejor valorado de Europa y que discutía la hegemonía de Peter Schmeichel o del alemán Koepke.

Más allá de gustos balompédicos, Baia destacó por ser un portero elegante, el más elegante, en el noble arte de parar. Se esgrimirá que la belleza no sirve de nada y que un arquero se le exige que detenga balones, más allá de como lo haga. Y quien diga esto, tendrá razón. Pero es que Vitor Baia hacía las dos cosas. Paraba, se gustaba y lucía como el que más. Probablemente si en lugar de fichar por el Barça en 96 lo hiciese en el 2016, estaríamos hablando de uno de los jugadores más mediáticos del mundo. Y sí, era un portero, y sí, en ese momento ya era mediático.

Es por eso que es demasiado injusto que, a un jugador que ahora sabemos que jugó lesionado y que para no fallar al club que le había fichado por muchos millones y a su nueva afición (y ante la falta de un recambio de garantías bajo palos) estuvo parando balones con las rodillas deshechas. Tal vez, y solo tal vez, una operación antes hubiera cambiado el futuro de Baia y, en consecuencia, del Barça. Pero eso ya es fútbol ficción.

La realidad es que el estilo elegante de Baia le hacía el portero, por antonomasia. Sus vídeos eran los mejores para enseñar como hacer una buena estirada, y cada acción suya servía para aprender. A día de hoy, sigue sin haber un portero con su elegancia (Víctor Valdés, El último gran héroe a parte) Pero repasar las paradas de Baia sigue siendo hoy una delicia para los que amamos el arte de parar.

Este vídeo de VyridaFootball refleja muy bien la esencia de Vitor